NOAA
Comparación de la temperatura del Pacífico en 1997 (izquierda) y 2015 (derecha)
En Galápagos nadie dará la bienvenida al recurrente fenómeno climático conocido como El Niño. Los científicos dicen que puede regresar este año, trayendo vientos fuertes, temperaturas más altas en el océano y lluvias intensas, una combinación potencialmente devastadora para los frágiles ecosistemas insulares.
El Niño ocurre cuando las aguas superficiales en las secciones tropicales del Pacífico se calientan mas de lo normal. Monitoreos recientes muestran un fuerte aumento de la temperatura, similar a la que se produjo en 1997. Ese año un gigantesco El Niño que duró hasta 1998 interrumpió los patrones climáticos en todo el mundo, causó la muerte de aproximadamente 2.100 personas y $33 mil millones en daños a la propiedad.
“Existe un porcentaje alto (90%) de ocurrencia del fenómeno de El Niño, de acuerdo a los modelos de predicción y pronóstico” de acuerdo a Eduardo Espinoza, técnico de la Dirección de Ecosistemas del Parque Nacional Galápagos, citado en un comunicado de prensa del Parque. Además Espinoza señala que la temperatura del mar es más caliente que lo normal para esta época y la presencia de lluvia en el área costera.
El Centro Nacional de Predicción del Clima, parte de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA) pone las probabilidades en más de un 90%, con una probabilidad del 80% de que dure hasta el segundo trimestre de 2016.
Parque Nacional Galápagos
Guardaparques del Parque Nacional Galápagos monitorean iguanas marinas
Espinoza está sumamente preocupado por el efecto que los cambios climáticos tendrán sobre las iguanas marinas de Galápagos que viven en tierra, pero se alimentan de algas en el océano y asi lo explica en un email a Galápagos Digital: “Las iguanas marinas se alimentan principalmente de algas verdes y rojas de la zona submareal, estas algas son las primeras que son afectadas por el calentamiento y persistencia de las temperaturas cálidas del mar lo cual hace que disminuya su abundancia, siendo que este es el alimento principal de las iguanas marinas son de las especies que son más afectadas en estos eventos.”
El Niño también puede ser difícil para las aves de Galápagos, como el piquero de patas azules. Los cambios en la temperatura del agua ahuyentan a los peces que alimentan a los piqueros condenándolos a morir de hambre. Además dicen los expertos que los piqueros no se reproducen en estas condiciones.
“Las especies que se encuentran al borde de la supervivencia o extinción podrían llegar al límite”, dijo a Galápagos Digital el año pasado el doctor Stuart Banks, científico marino de la Fundación Charles Darwin. ”Ya hemos visto varias posibles extinciones.”
En Septiembre científicos de la Universidad San Francisco de Quito y de la Universidad de Carolina del Norte se reunirán en Galápagos con personal del Parque Nacional Galápagos para conducir un estudio mas detallado de algunas de las especies claves de la reserva marina de Galápagos, incluyendo las iguanas, para tratar de evaluar los posibles efectos de El Niño. De acuerdo a Espinoza “Se trabajará con Lobos marinos, aves marinas, productividad primaria (plancton), Algas, Tortugas Marinas, datos oceanográficos y corales.”
Para los turistas que planeen viajar a Galápagos a fines de este año y principios de 2016 Espinoza tiene este consejo: “Traer ropa fresca, repelentes y artículos para la lluvia.” Y añade que en lo que se refiere a los habitantes de Galápagos es necesario “Promover una consciencia de cuidado a especies que podrían ser más afectadas por El Niño.”
El Niño generalmente ocurre en América del Sur alrededor de Navidad y por eso fue bautizado por los pescadores del área por el Niño Jesús.
Algunos climatólogos temen que el calentamiento global conduzca a más frecuentes años de El Niño, lo que aumentaria los peligros para la vida silvestre de Galápagos.