Eric Angermeyer

Vista aerea del carguero Floreana encallado en Bahia Naufragio en San Cristobal

La Bahia Naufragio en la isla de San Cristóbal  nuevamente hace honor -o deshonor- a su nombre.  El miércoles, 28 de enero el buque de carga Floreana encalló, no lejos de Punta Carola, el lugar donde otro carguero el Galapaface I, se varó en las rocas en mayo de 2014. Y estos accidentes traen a la mente una vez mas el caso del petrolero Jessica,  que también se accidentó en Bahia Naufragio en 2001, derramando 175.000 galones de diesel y combustible bunker. Fue  uno de los peores desastres ambientales en la historia de Galápagos.

El Floreana transportaba 1.925 toneladas de carga que consistia de alimentos, suministros, materiales de construcción, y algunas sustancias peligrosas tales como 10.000 galones de combustible, 11 toneladas de aceite de piñón, 103 cilindros de gas, 48 toneladas de emulsión de asfalto y otros materiales, de acuerdo con un boletín emitido por el Gobierno de la Provincia de Galápagos.

Después de descargar 525 toneladas de carga en San Cristóbal, el Floreana zarpaba para Santa Cruz, con 1.400 toneladas de carga a bordo cuando tocó fondo. El Comité de Operaciones de Emergencia de la provincia se activó de inmediato y comenzó esfuerzos para asegurar el buque y su cargamento.

En un comunicado de prensa emitido el 29 de Enero, la Dirección del Parque Nacional Galápagos y el Ministerio del Ambiente, anunciaron que han colocado barreras de contención y material absorbente alrededor del Floreana para evitar la  posible descarga de contaminantes en la bahía.

Parque Nacional Galápagos

El carguero Floreana encallado frente a la isla San Cristóbal

Guardaparques y personal de la Armada del Ecuador monitorean constantemente la zona y han informado la presencia en el agua de una mezcla de diesel y aceite hidráulico, entre otras sustancias contaminantes, debido a la inundación de la sala de máquinas del buque. Además, según el comunicado del parque: “Esta mañana, el reporte de la lancha de la DPNG que realiza el monitoreo marino, informa que la fuga de combustible está aumentando”. Personal técnico del Parque tomó muestras de agua que se enviaron por avión a Quito, capital de Ecuador, para ser sometidas a analisis cientificos.  Hasta que no haya pruebas de que la contaminación se ha contenido el Parque ha cerrado tres lugares de surf cerca de la zona del incidente.

Según informaciones en Facebook de su usuario Galápagos-al-Día y en el diario El Universo, barcazas, grúas, remolcadores y otros equipos están siendo trasladados a San Cristóbal de la isla de Santa Cruz y de la parte continental de Ecuador con el fin de acelerar las operaciones de descarga.

El Gobernador de Galápagos, Jorge Torres, anunció en una entrevista con El Universo que el Floreana está muy deteriorado. Dijo que una vez que se complete el descargue  el barco será remolcado a un punto fuera del área de la reserva marina de Galápagos y echado a pique. Este es el mismo procedimiento utilizado el año pasado con el Galapaface I.

Gráfico Galápagos digital

Floreana encallado en Puerto Baquerizo Moreno en la Isla San Cristóbal

Cerca de 30.000 personas viven en el archipiélago y dependen casi exclusivamente de los suministros transportados por barco desde el continente. Ahora esta línea de suministro se ha interrumpido una vez más. Además de los accidentes del Galapaface I y ahora el Floreana, otro barco que hacía este recorrido, el San Cristóbal, se hundió cerca de la costa de Ecuador el 17 de noviembre de 2014. Los dos  desastres anteriores  causaron pérdidas a los comerciantes de las islas y resultaron en escasez de ciertos productos y alza de precios.  Se teme que eso se intensifique aun mas con el reciente incidente del Floreana

Según el Consejo de Gobierno de Galápagos, se están realizando esfuerzos para que la Fuerza Aérea Ecuatoriana transporte articulos perecederos  para evitar su escasez. La Ministra  Presidenta del Consejo, María Isabel Salvador, advirtió  a los comerciantes que no aumenten los precios. La Ministra Presidenta  también anunció en una entrevista radial que se está adquiriendo un nuevo buque para el servicio a las islas.

Este último incidente de nuevo ha causado consternación entre los residentes de las islas. Muchos expresan sus preocupaciones en el medio social   Facebook:

Christian Saa Almeida, un guía naturalista, comenta: “Cual es la situación de los barcos de carga? Sabemos son viejos, obsoletos y faltos de seguridad, como consiguen los respectivos permisos estos barcos para que los dejen navegar? Hay planes de EMERGENCIA y contingencia? Aplaudimos esfuerzos inmediatos, una vez paliado el problema se debe buscar correctivo de fondo.”

Muchos mensajes se quejan de la falta de vigilancia y seguimiento para que se cumplan las regulaciones por parte de las entidades a cargo de la navegación en el frágil entorno de Galápagos. Ernesto A. Vaca Norero, que hasta el año pasado estuvo a cargo de la oficina de Gestion de Riesgos, escribe: “Este barco sufrió un percance hace un año ya, mismo lugar, misma maniobra, mismo capitan? Desde la gestion del riesgo se proveyo en esa ocasion de bombas para achicar el buque y hubo una verdadera accion coordinada para evitar el desastre.”

En la misma vena una dama anota: “Sería lógico tener un práctico, además del capitán del barco. Esto está incluido en los reglamentos marítimos pero no hay cumplimiento “.

Y otro comentario se refiere al sitio de una manera semi-humorística: “No se llama Bahia Naufragio por nada.” A lo que alguien respondió rápidamente: “No culpes a la bahía, es la responsabilidad del capitán”. Otros agregaron que debería haber boyas que marquen el canal navegable y remolcadores en cada puerto.